La esgrima en silla de ruedas es una disciplina estática en la que los atletas compiten en una silla de ruedas dentro de un armazón especial firmemente sujeto al suelo. Los esgrimistas no pueden avanzar ni retroceder y siempre están muy cerca de su oponente, lo que garantiza combates de alta intensidad. Al igual que su equivalente olímpico, la esgrima en silla de ruedas consta de tres disciplinas: florete, espada y sable. La esgrima en silla de ruedas fue desarrollada por Sir Ludwig Guttmann en el hospital Stoke
Mandeville después de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a la recuperación de pacientes con lesiones medulares. Con su práctica, se fortalecían los músculos y se mejoraba el equilibrio. La esgrima en silla de ruedas se popularizó rápidamente y la disciplina se incluyó en los Juegos Paralímpicos inaugurales de 1960.
En la esgrima paralímpica, las reglas son similares a las olímpicas, pero los esgrimistas solo usan la mitad superior de su cuerpo. La distancia entre ellos se establece según el brazo más corto, y se coloca según sean diestros o zurdos. Durante el combate, el esgrimista sujeta el arma con una mano y se apoya en su silla con la otra, manteniéndose sentado y con los pies en el reposapiés. En el florete, la zona objetivo es el tronco; en sable, es cualquier parte del cuerpo por encima de una línea trazada entre los muslos y el tronco; y en espada, el cuerpo por encima de las caderas. Los atletas usan delantales metálicos para evitar contar impactos fuera.
Todos los atletas compiten en silla de ruedas y tienen una discapacidad que afecta a la función motora. Discapacidades ortopédicas, paraplejia, tetraplejia, hemiplejia, parálisis cerebral, trastornos neurológicos degenerativos y discapacidades neurológicas.
Fotografías y Vídeos de los Juegos Paralímpicos celebrados en otros países
